viernes, febrero 24, 2006

Entrega del VIII Premio Internacional de Protocolo

Ayer se celebró a las 19:30 el acto de entrega del VIII Premio Internacional de Protocolo, en la sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid, en Puerta del Sol.
Un año más el protocolo tuvo su fiesta con cientos de invitados y personalidades que no quisieron faltar, aunque los que más disfrutaron del acto fueron los galardonados.
Se leyeron discursos, se impusieron medallas al mérito en protocolo y ceremonial, se guardó un minuto de silencio por dos ex Jefes de Protocolo de Estado, se entregó la clásica escultura del galardón a cada premiado, ...
En definitiva, una maravillosa fiesta donde no faltó la directiva de la Asociación española de Protocolo presidida por Cristina de la Vega, su expresidenta María Carretero y el eurodiputado José María Gil Robles, presidente del jurado que falla cada año los correspondientes premios.


Entrega del VII Premio Internacional de Protocolo



jueves, febrero 23, 2006

Condecoraciones militares

Vía Alfredo en su post “¿Quiere saberlo todo sobre condecoraciones?” encontramos una página web de lo más interesante. Antonio Prieto Barrio recoge en la web Colecciones militares, todo un albúm de fotografías, características e historia, clasificado por país, tema, institución, …, de:
-Órdenes, condecoraciones, medallas
-Cintas de condecoraciones
-Distintivos y emblemas
-Desactivación de explosivos.

Además presenta muchos enlaces a otras páginas de igual temática presentes en otros paises.
Más enlaces:
Orders and Medals of Norway
Medals and Awards of the Great War
Otras páginas similares

miércoles, febrero 22, 2006

La Escuela Internacional de Protocolo celebra su décimo aniversario

Vía el Espacio del dircom nos enteramos que La Escuela Internacional de Protocolo celebra estos días los actos conmemorativos de su décimo aniversario.
También celebra su décimo aniversario la Revista Internacional de Protocolo, una publicación que sacó su primer número en septiembre de 1995 en el marco del I Congreso Internacional de Protocolo celebrado en Oviedo.
La EIP ha hecho coincidir estos actos con la Semana Cultural que celebra todos los años en febrero, y que incluye la entrega de títulos a los alumnos y el acto de entrega del VIII Premio Internacional de Protocolo. Además, ha preparado otras iniciativas que, bajo el eslogan "10 años de protocolo" pretenden dar a conocer a los interesados en la materia lo que ha sido esta última década en este campo profesional.

martes, febrero 21, 2006

Artículo sobre las buenas maneras o la moral de las apariencias

Gustavo Cataldo Sanguinetti de la Universidad Andrés Bello expone en su artículo titulado “Las buenas maneras o la moral de las apariencias”(pdf), la diferencia entre la cortesía, urbanidad, buenas maneras, frente a la moral y a la ética, usando como puntos de vista las teorías de Kant y de Schiller.

El resumen del artículo dice lo siguiente:
Los así denominados “tratados de buenas maneras” o “tratados de urbanidad” constituyen una forma del todo singular en el contexto de la literatura moral. Su especificidad estriba en su índole limítrofe: por una parte parecen promover valores propiamente estéticos y, por otra, morales. La pregunta que intenta responder este trabajo – al hilo de las estéticas de Kant y de Schiller- versa sobre del estatuto moral de las “bellas apariencias”: la moralidad de las bellas apariencias. Este problema es una de las posibles inflexiones de la pregunta por las relaciones entre el dominio ético y estético.

A continuación expongo algunos párrafos interesantes:

En el amplio dominio de lo que se puede denominar, genéricamente, como “literatura moral” – compendios, tratados, catecismos, etc.- destacan por su singularidad los así denominados “tratados de buenas maneras” o “tratados de urbanidad”. Su carácter singular estriba en su índole limítrofe y, en cierto modo, ambigua. Por lo pronto no se trata, propiamente, de escritos morales donde se establezcan, sin más, deberes o prescripciones cuyo contenido sea decisivamente ético. Estos tratados, como lo señala su nombre, están constituidos más bien por preceptos para la vida social y el buen trato entre los hombres. En la expresión “tratados de urbanidad” late, sin duda, la oposición entre las exigencias de la vida de ciudad y la vida campesina. De allí que la expresión “urbano” se emplee como equivalente de educado, cortés, civil, fino, correcto, y se oponga a rústico o grosero. Al mismo tiempo, es claro que en estos manuales, no obstante su carácter no estrictamente moral, existe una ostensible tesitura moral: decir de una persona que es cortés o urbana equivale tanto como a decir que es comedida o mesurada.
Por otra parte, lo que estos manuales de urbanidad prescriben no son tanto el comportamiento del hombre respecto de sí mismo, como el comportamiento respecto de otros hombres: de lo que se trata es de instituir una cierta “moral social”. Moral que, sin embargo, no dice tanta relación con las grandes normas de la vida social – justicia, solidaridad, generosidad, etc.-, como con cierto comportamiento externo en relación con los otros. La expresión “buenas maneras” ya resulta lo suficientemente indicativa. La “manera” o el “modo” señala cierta figura o forma exterior de algo. De allí también el sentido de “porte” o “modales” de una persona. La asociación de las “maneras” o el “modo” a cierta disciplina externa de la corporalidad y el correspondiente agrado o complacencia que procura en los otros, genera una relación evidente con valores propiamente estéticos. Y ello a tal punto que bien se puede afirmar que lo que los “manuales de urbanidad” prescriben es una cierta belleza de la moralidad.
Los así denominados “manuales de urbanidad” se remontan todos ellos, como a su paradigma e influencia más relevante, al tratado de Erasmo publicado en Basilea en el año 1530: De civilitate morum puerilium. Este texto, aparte de su extraordinario éxito y difusión en toda Europa en lengua latina, conoció muy pronto diversas traducciones y adaptaciones de toda índole. El texto de Erasmo inaugura un nuevo concepto de civilitas: la “civilidad” ya no representa el ordenamiento y el gobierno de la ciudad ni los hábitos o costumbres de una comunidad. Ciertamente el tratado de Erasmo se emparenta con los antiguos tratados de cortesía (politesse) y los tratados destinados a las artes de amar o agradar. Sin embargo, a diferencia de éstos el tratado de Erasmo no se dirige ya a un sector social determinado, sino a todo hombre que quiera ser educado para la vida social.
En los países americanos será sin duda el célebre Manual de urbanidad y buenas maneras del venezolano Manuel Antonio Carreño, el que tendrá mayor influencia y éxito.
Las prescripciones de estas obras abarcan una gama muy variada de situaciones: regulan la conducta en la mesa, los saludos, la relación con el otro sexo, el aseo, la vestimenta, el comportamiento en los paseos públicos, en los hoteles, en las reuniones sociales, en el templo, etc. Sin embargo, según es patente, lo que normalizan tales prescripciones, no obstante la variedad de situaciones referidas, es el comportamiento con relación a otros. De allí, como hemos dicho, su índole eminentemente social. No obstante esta ordenación, lo que allí se norma no alcanza a ingresar en un dominio claramente ético. Las reglas prescritas se quedan más bien en un terreno mucho más indeciso: el de las costumbres, los usos o rutinas peculiares de un dominio social e histórico preciso.
Exigir, por ejemplo, ciertos hábitos en la vestimenta o bien cierto comportamiento en la mesa, no parece exceder el ámbito de una costumbre más o menos idiosincrásica. No escupir, no poner los codos sobre la mesa, no comer con la boca abierta y en posición no erecta, no comenzar a comer antes que lo haga el anfitrión, no estrechar la mano con los guantes o el sombrero puesto, son costumbres todo lo importante que se quiera, pero respecto de las cuales sería difícil sostener una suerte de moralidad intrínseca. Más bien todos estos usos parecen más bien lindar con el ornato, la galanura, la elegancia o, en fin, las “bellas apariencias”, antes que con imperativos morales.
Sin embargo, precisamente lo que los tratados urbanidad reclaman es una cierta moralidad de las bellas apariencias. Cuál sea el fundamento y el sentido posible de una tal “moralidad de las bellas apariencias”, es el problema que nos interesa despejar. Este problema es una de las posibles modulaciones de la antigua –y sobre todo vigente- pregunta acerca de los nexos entre ética y estética.

Comencemos con un alcance acerca de la ambigüedad de la fórmula “moralidad de las bellas apariencias”. Esta ambigüedad, consignada por lo demás por los propios tratados de urbanidad, concierne en primer lugar al mismo vocablo “apariencia”. La expresión “apariencia”, en efecto, posee una doble connotación: puede significar el aspecto exterior de una persona o bien aquello que meramente parece, pero que no es.
Frente a esta declinación en lo puramente aparente, no puede sorprender la revalorización actual de lo natural o lo primitivo como símbolos adecuados de veracidad. La reivindicación de valores tales como la autenticidad, la franqueza, la sinceridad o la honestidad, constituyen así la protesta coherente a una moral convertida en simple estratagema social. No obstante lo anterior, es también claro que es posible otra acepción para la fórmula “moralidad de las bellas apariencias”. Esta acepción está ligada al otro sentido del término “apariencia”: apariencia no ya como lo que oculta o engaña, sino como lo que revela o muestra. La apariencia adquiere aquí un sentido claramente estético: se trata de una bella apariencia.
Ya Platón había circunscrito el problema de la belleza artística al problema de la imagen estética. Si bien es cierto que Platón reduce el arte bello a un “arte apariencial” y la imagen estética a la categoría del simulacro, también es cierto que con ello queda planteada, quizás por primera vez, la pregunta acerca del estatuto de la apariencia estética y su relación con la verdad. La depreciación platónica de imagen, en cuanto mero simulacro de la verdadera realidad (las ideas), no es sino el reverso negativo de un descubrimiento: el problema de la belleza se circunscribe a la pregunta por el estatuto de la imagen estética.

La Crítica del Juicio de Kant se concentra en definir el “juicio de gusto” frente a otros tipos de juicio y facultades. El deslinde del dominio de lo estético en relación con la facultad de conocer y de la facultad de desear, confiere a la representación estética un valor autónomo respecto de toda orientación lógica o práctica. La representación estética se caracteriza por su autosuficiencia y libertad. De allí que la relación entre la imaginación y el entendimiento no pueda sino ser definida como juego: la belleza se produce en el “libre juego” de las facultades.
Consideremos, por ejemplo, las formas cotidianas del saludo. Es evidente que decir “buenos días”, “hasta luego”, “hola ¿cómo estás?” o bien saludar con un determinado gesto corporal, nunca parecen exceder el marco del cumplimiento una simple “formalidad”. Quien exigiera “algo más” de dichas formas – como una correspondencia moral o una veracidad intrínseca- ciertamente no habría comprendido en nada los tácitos que rigen las rutinas cotidianas. En tales modos de la cortesía diaria no parece pues exigible una suerte de moralidad en sentido propio. Nadie podría alegar, por ejemplo, que alguien le miente o finge al desearle “buenos días” por el simple hecho que tal saludo no fue realizado con determinada intención. Más bien la “amabilidad” o “gentileza” social no parece rebasar la promoción de una cierta “apariencia agradable”. Si ello es así, a las urbanidades correspondería la misma independencia y libertad que a cualquier apariencia estética.
Lo decisivo sería aquí reconocer la emancipación de las “bellas apariencias” respecto de toda finalidad teórica o práctica: las urbanidades, finalmente, como toda apariencia verdaderamente estética, no se conformarían sino como una especie de libre juego de la apariencia social.
No obstante lo anterior, lo que las urbanidades también reclaman, es una cierta “moralidad de las bellas apariencias”. Solo que dicha moralidad, si queremos realmente mantener su valor estético, deberá poseer una condición derivada e indirecta. Esta condición moral derivada e indirecta de la belleza, Kant la expresa en la siguiente proposición: “lo bello es el símbolo del bien moral”
Esta orientación analógica de la belleza hacia lo “inteligible-moral”, se revela particularmente en la idea de libertad. La libertad es, al mismo tiempo, un principio estético y práctico.

En cambio Schiller se hace la siguiente pregunta: ‘¿hasta qué punto puede tener cabida la apariencia en el mundo moral?’, tendrá cabida en la medida en que sea apariencia estética, una apariencia que no pretenda sustituir la realidad, ni necesite que la realidad la sustituya. En este sentido, la apariencia nunca puede resultar peligrosa para la verdad moral y cuando resulte serlo es que no se trataba de una auténtica apariencia estética. “Sólo un hombre ajeno a las reglas del juego social (...) tomará las formulas de cortesía social (...) por muestras de afecto personal y, al descubrir la verdad, se lamentará de la hipocresía. Pero, del mismo modo, sólo un ignorante que no sepa comportarse en sociedad se servirá de la falsedad para resultar amable y llegará a adular para resultar agradable”. Sin embargo, la apariencia estética no sólo no resulta peligrosa, sino además mantiene una verdadera analogía con el mundo moral. La razón estética es ciertamente distinta de la razón práctica, pero se constituye en analogía con ésta. Esta semejanza concierne en primer lugar al principio de autodeterminación o libertad, propio de la razón práctica. Es por esta analogía con la libertad que Schiller define la belleza como “libertad en la apariencia”. Es gracias a esta concordancia analógica entre la racionalidad estética y la racionalidad práctica que la belleza cumple finalmente una cierta función moral. Esta es la razón por la cual para Schiller el estadio estético es el paso y el acceso obligado al mundo moral.
La verdadera tarea formativa reside, por consiguiente, en la educación estética del hombre. Las urbanidades, como toda apariencia estética, elevan al hombre sobre la mera pasividad de la sensibilidad hacia el mundo de la “libertad en la apariencia”; verdadero confín y anuncio de la libertad moral. Frente a los reproches de hipocresía o descuido de la esencia a favor de lo aparente, Schiller no duda en reivindicar el valor moral de las bellas apariencias. Lo que hay que temer no es tanto que la apariencia perjudique a la realidad, sino que la realidad perjudique a la apariencia. En lo se refiere a las bellas apariencias, a las buenas y honradas maneras, el primado de la realidad puede que no represente, finalmente, sino la hegemonía de la vulgaridad y la indigencia.


Artículo sobre Sociabilidad y buenos modales

lunes, febrero 20, 2006

www.protocoloycomunicacion.com


Desde hace un tiempo veo que bastante gente visita este blog buscando antes en google su nombre: protocolo y comunicacion, o el mio, maria luz alvarez, mariluz, .... Deduzco que lo hacen para llegar hasta aquí ya que no recuerdan la dirección de blogger, www.protocoloycomunicacion.blogspot.com.
Pero ya hace tiempo que no es necesario que se entre en esta bitácora de esa forma porque ahora simplemente hay que escribir el nombre de la bitácora y el dominio que se prefiera, el .com o el .es, y ya estarán aquí.
protocoloycomunicacion.com, www.protocoloycomunicacion.com
protocoloycomunicacion.es, www.protocoloycomunicacion.es

Sinónimos de protocolo

El Protocolo tiene un gran número de significados que pueden tener diferentes acepciones según el D.R.A.E.:


APARATO
(Del lat. apparātus).
1. m. Conjunto organizado de piezas que cumple una función determinada.
2. m. Prevención o reunión de personas o cosas preparadas para algún fin.
3. m. Pompa, ostentación.
4. m. Circunstancia o señal que precede o acompaña a algo.
5. m. Conjunto de quienes dirigen una organización política o sindical.
6. m. Biol. Conjunto de órganos que en los seres vivos desempeña una misma función. Aparato reproductor, circulatorio, digestivo.
7. m. Dep. En gimnasia, cada uno de los instrumentos que se utilizan para realizar ejercicios.
8. m. Med. Artificio que se aplica al cuerpo humano con el fin de corregir una imperfección.
9. m. Méx. quinqué.
~ crítico.
1. m. Ecd. En la edición crítica, conjunto de las notas que registran las lecciones variantes y explican los criterios ecdóticos utilizados para establecer el texto.


BOATO
(Del lat. boātus, grito, alboroto).
1. m. Ostentación en el porte exterior.
2. m. ant. Vocería o gritos en aclamación de una persona.

CEREMONIA
(Del lat. caeremonĭa).
1. f. Acción o acto exterior arreglado, por ley, estatuto o costumbre, para dar culto a las cosas divinas, o reverencia y honor a las profanas.
2. f. Ademán afectado, en obsequio de alguien o algo.
de ~.
1. loc. adv. Dicho de hacer algo: Con todo el aparato y solemnidad que le corresponde.
2. loc. adv. por ceremonia.
guardar ~.
1. fr. Especialmente en los tribunales y comunidades, observar compostura exterior y las formalidades acostumbradas.
por ~.
1. loc. adv. Exclusivamente por cumplir con alguien.
□ V.
maestro de ceremonias
traje de ceremonia
vestido de ceremonia

CEREMONIAL
(Del lat. caeremoniālis).
1. adj. Perteneciente o relativo al uso de las ceremonias.
2. m. Serie o conjunto de formalidades para cualquier acto público o solemne.
3. m. Libro, cartel o tabla en que están escritas las ceremonias que se deben observar en ciertos actos públicos.

ETIQUETA
(Del fr. étiquette).
1. f. Ceremonial de los estilos, usos y costumbres que se debe guardar en las casas reales y en actos públicos solemnes.
2. f. Ceremonia en la manera de tratarse las personas particulares o en actos de la vida privada, a diferencia de los usos de confianza o familiaridad.
3. f. marbete (ǁ rótulo y cédula que se adhiere a los equipajes).
4. f. Marca, señal o marbete que se coloca en un objeto o en una mercancía, para identificación, valoración, clasificación, etc.
5. f. Calificación identificadora de una dedicación, profesión, significación, ideología, etc.
de ~.
1. loc. adj. Propio de actos solemnes, según un determinado protocolo.
2. loc. adj. Dicho de un traje masculino: Requerido para estos actos. U. t. c. loc. adv. Vestía de etiqueta.
estar de ~ dos personas.
1. fr. Haberse enfriado las relaciones de familiaridad que existían entre ellas.
□ V.
clases de etiqueta
vestido de etiqueta

FASTOS
(Del lat. fastos, acus. de fasti, -ōrum).
1. m. pl. Entre los romanos, especie de calendario en que se anotaban las fechas de sus fiestas, juegos y ceremonias y las cosas memorables de la república.
2. m. pl. Anales o serie de sucesos por orden cronológico.
formalidad.
1. f. Exactitud, puntualidad y consecuencia en las acciones.
2. f. Cada uno de los requisitos para ejecutar algo. U. m. en pl.
3. f. Modo de ejecutar con la exactitud debida un acto público.
4. f. Seriedad, compostura en algún acto.

FORMALISMO
1. m. Rigurosa aplicación y observancia, en la enseñanza o en la indagación científica, del método recomendado por alguna escuela.
2. m. Tendencia a concebir las cosas como formas y no como esencias.
parafernalia.
1. f. Conjunto de usos habituales en determinados actos o ceremonias, y de objetos que en ellos se emplean. U. m. en sent. irón.

POMPA.1.
(Del lat. pompa, procesión, cortejo, y este del gr. πομπή, envío, escolta, procesión, der. de πέμπειν, enviar).
1. f. Acompañamiento suntuoso, numeroso y de gran aparato, que se hace en una función, ya sea de regocijo o fúnebre.
2. f. Fausto, vanidad y grandeza.
3. f. Procesión solemne.
4. f. Rueda que hace el pavo real, extendiendo y levantando la cola.
hacer ~.
1. fr. Dicho de un árbol: Extenderse con follaje hacia todas partes.
2. fr. Hacer vana ostentación de algo.

RITUAL
(Del lat. rituālis).
1. adj. Perteneciente o relativo al rito1.
2. m. Conjunto de ritos de una religión, de una iglesia o de una función sagrada.
3. m. libro ritual.
ser de ~ algo.
1. fr. Estar impuesto por la costumbre.

RITO.1.
(Del lat. ritus).
1. m. Costumbre o ceremonia.
2. m. Conjunto de reglas establecidas para el culto y ceremonias religiosas.
~ abisinio.
1. m. El seguido por los católicos romanos del África central bajo la autoridad de un vicario apostólico residente en Abisinia.
~ doble.
1. m. El más solemne con que la Iglesia celebraba el oficio divino de una feria, vigilia o santo.
~ semidoble.
1. m. El que es menos solemne que el doble y más que el simple.
~ simple.
1. m. El menos solemne de los tres.

REGLA
(Del lat. regŭla).
1. f. Instrumento de madera, metal u otra materia rígida, por lo común de poco grueso y de forma rectangular, que sirve principalmente para trazar líneas rectas, o para medir la distancia entre dos puntos.
2. f. Aquello que ha de cumplirse por estar convenido en una colectividad.
3. f. Conjunto de preceptos fundamentales que debe observar una orden religiosa.
4. f. Modo establecido de ejecutar algo.
5. f. En las ciencias o artes, precepto, principio o máxima.
6. f. En sentido moral, razón a que han de ajustarse las decisiones y las acciones.
7. f. En sentido moral, moderación, templanza, medida.
8. f. Manera uniforme y previsible en que se manifiestan los fenómenos naturales.
9. f. Menstruación de la mujer.
10. f. Fil. Conjunto de operaciones que deben llevarse a cabo para realizar una inferencia o deducción correcta.
11. f. Ling. Formulación teórica generalizada de un procedimiento lingüístico. Regla de formación del plural.
12. f. Mat. Método de hacer una operación.
13. f. p. us. Pauta de la escritura.
las cuatro ~s.
1. f. pl. Las cuatro operaciones de sumar, restar, multiplicar y dividir.
~ de aligación.
1. f. Mat. La que enseña a calcular el promedio de varios números, atendiendo a la proporción en que cada uno entra a formar un todo, empleada principalmente para averiguar el precio que corresponde a una mezcla de varias especies cuyos precios respectivos se conocen.
~ de cálculo.
1. f. Instrumento constituido por dos piezas con graduación logarítmica que permite realizar con rapidez ciertas operaciones al desplazarse una sobre otra.
~ de compañía.
1. f. Mat. La que enseña a dividir una cantidad en partes proporcionales a otras cantidades conocidas, empleada principalmente para la distribución de ganancias o pérdidas entre los socios de una compañía comercial con arreglo a los capitales aportados por cada uno.
~ de falsa posición.
1. f. Mat. La que enseña a resolver un problema por tanteos.
~ de tres.
1. f. Mat. La que enseña a determinar una cantidad desconocida por medio de una proporción de la cual se conocen dos términos entre sí homogéneos, y otro tercero de la misma especie que el cuarto que se busca.
~ de tres compuesta.
1. f. Mat. Aquella en que los dos términos conocidos y entre sí homogéneos, resultan de la combinación de varios elementos.
~ lesbia.
1. f. La delgada y flexible que puede adaptarse a una superficie curva. U. t. en sent. fig.
~ magnética.
1. f. Instrumento, por lo común de latón u otra materia firme que no sea hierro, con dos pínulas, al que se ajusta una cajita con su brújula dentro y el limbo dividido en 360 grados. Sirve para varias operaciones de geometría práctica, y principalmente para orientar los planos levantados con la plancheta.
a ~.
1. loc. adv. Dicho de justificar o comprobar obras artificiales: Con ayuda de la regla.
2. loc. adv. Con arreglo, con sujeción a la razón.
echar la ~.
1. fr. Examinar con ella si están rectas las líneas.
en ~.
1. loc. adv. como es debido.
¿por qué ~ de tres?
1. expr. ¿Por qué causa o razón?
por ~ general.
1. loc. adv. Casi siempre, normalmente. Por regla general, venimos a esta hora.
salir de ~.
1. fr. Excederse, propasarse, traspasar los límites de lo regular o justo.
□ V.
arco a regla


REGLAMENTO
1. m. Colección ordenada de reglas o preceptos, que por la autoridad competente se da para la ejecución de una ley o para el régimen de una corporación, una dependencia o un servicio.
2. m. Der. Norma jurídica general y con rango inferior a la ley, dictada por una autoridad administrativa.
3. m. Der. Norma emanada de los órganos de la Unión Europea directamente aplicable en los Estados miembros, sin necesidad de transposición.

SOLEMNIDAD
(Del lat. solemnĭtas, -ātis).
1. f. Cualidad de solemne.
2. f. Acto o ceremonia solemne.
3. f. Festividad eclesiástica.
4. f. Cada una de las formalidades de un acto solemne.
5. f. Der. Conjunto de requisitos legales para la validez de los otorgamientos testamentarios y de otros instrumentos que la ley denomina públicos y solemnes.
□ V.
pobre de solemnidad


Protocolo
Acto, Ceremonia, Acontecimiento, Evento

viernes, febrero 17, 2006

Saber estar en la empresa y en la mesa

En la página web de esto es marketing hay una sección dedicada al protocolo. En ella se presentan tres apartados que nos dirigen a unos documentos redactados de forma sencilla y resumida por Gabriel Olamendi (en pdf). Hay que decir que en realidad no se refieren al protocolo sino al saber estar, los buenos modales y la cortesía. Son los siguientes:

-Protocolo en la Empresa
Señala los buenos modales y el saber estar que son necesarios en negociaciones u otras situaciones comunes en la empresa.
-Protocolo en la mesa
Explica los buenos modales en la mesa.
-Cómo se toman los alimentos
Da a conocer las formas para comer ciertos alimentos difíciles.

jueves, febrero 16, 2006

Estructura de un acto

Los actos protocolarios se organizan con ocasión de cualquier evento, conmemoración o acontecimiento por iniciativa de una institución pública o privada, o personas a título individual. Pueden ser oficiales (los que organizan las instituciones públicas) o privados (los que organiza el resto). A su vez, públicos (a están abiertos a la participación de otras personas) o privados (si se circunscriben a un ámbito reducido). Como se sabe, los actos oficiales pueden ser de carácter general o especial.
Según sea el tipo de acto, el desarrollo del mismo varía aunque, por lo general, la estructura del mismo pasa por un recibimiento de invitados, la celebración del hecho que lo motiva con parlamento a cargo del anfitrión e invitado»; de honor y una despedida. Además, debe añadirse la explicación de los objetivos del propio acto y el encuentro entre el que invita y los invitados.
Por lo tanto, la estructura en términos generales será la siguiente:

- Recibimiento de los invitados.
- Ordenación de asistentes.
- Explicación de los objetivos del acto (y visita si procede).
- Ejecución del hecho que lo motiva.
- Parlamento del anfitrión e invitado(s) de honor.
- Encuentro entre anfitrión e invitados (aperitivo, comida, cóctel, buffet» etc.).
- Despedida.

Así pues, lo primero es que el anfitrión reciba a todos los invitados, dándoles la bienvenida, agradeciéndoles su asistencia e indicándoles el lugar donde deben permanecer. Aquí es donde se inicia la segunda fase del acto, la ordenación de los asistentes, que puede tener distintas graduaciones (mínima, media, máxima) en función del tipo de acto. En cualquier caso, siempre debe preverse al menos una mínima ordenación.
Una vez han llegado los invitados, el anfitrión o alguien en su nombre, debe explicar a los asistentes los motivos que originan el acto, ofreciendo una información general (las características de una obra en el caso de un nuevo edificio; las de un producto en la presentación de una campaña). Después, se afronta el objetivo principal de acuerdo a un orden previamente calculado (la botadura del barco, la apertura al tráfico de una carretera, el encendido de un alumbrado público).
Ejecutado el hecho que motiva el acontecimiento, el anfitrión y el/los invitado/s de honor pronuncian sus discursos en el denominado acto institucional.

En este caso, las intervenciones son iniciadas por el propio anfitrión y cerradas por la autoridad o invitado de honor de mayor rango.
Consumido el hecho que origina la invitación, el anfitrión debe propiciar un tiempo de encuentro con sus invitados para que éstos puedan ampliar sus informaciones o contrastar sus opiniones con el resto. Generalmente, este tiempo se posibilita con un vino de honor o cóctel.


Fuente, 2004, p.216.
Bibliografía

martes, febrero 14, 2006

Tipos de comunicación de Eco y Fabbri

El objeto de estudio de las teorías de la comunicación es la comunicación humana en sus manifestaciones de la vida cotidiana. Es un objeto muy amplio y, desde las teorías de la comunicación, no se suelen abarcar todas las formas comunicativas. Pero esto no significa que no pudieran hacerlo.
Humberto Eco y Paolo Fabbri (1978) distinguían la información ambiental que rodea a una persona occidental y establecía dos tipos de comunicación:

a) Comunicación estrepitosa
1. Prensa nacional
2. Televisión y radio de difusión nacional
3. Publicidad de difusión nacional
4. Cine
5. Teatro
6. Música reproducida
7. Objetos y mercancías
8. Prensa local
9. Radio y televisiones locales
10. Publicidad local
11. Sinaléctica vial
12. Comunicaciones verbales institucionales y colectivas (predica, etc)
13. Fiesta que tenga características de comunicación estrepitosa
14. Octavillas y otro material de propaganda política (gaffiti, murales, etc)
15. Imágenes no-estándar (cuadros, estatuas)


b) Comunicación discreta
1. Mercancías y objetos estandarizados en cuanto significan status social o modalidad de uso.
2. Mercancías y objetos artesanos.
3. Estructura y uso del espacio
4. Fiestas y ceremonias rituales
5. Comportamientos verbales
6. Comportamientos gestuales, fisionómicos y posturas corporales
7. Moda y usos del vestir
8. Comportamientos asociativos
9. Música producida artesanalmente


El protocolo, el ceremonial, la etiqueta y las buenas maneras están recogidos en esta clasificación, en diferentes puntos.


Teorías de la comunicación, Miquel Rodrigo Alsina, 2001. p.44-45

lunes, febrero 13, 2006

Protocolo digital crece

Alfredo Rodríguez crea su nueva página web bajo el dominio protocolodigital.org y continúa usando protocolodigital.es como cuaderno. En esta nueva página, además de enlaces, donde una vez más se encuentra este blog, habrá espacio para legislación, galería de fotos, información personal del autor, datos de sus clases y muchas cosas más.
Desde aquí damos ánimos a Alfredo para que continúe con su experiencia digital tan positiva y que enriquece al mundo del protocolo desde la red.
(La Asociación Española de Protocolo continúa con sus cambios en la web, de momento muy bien realizados).


Normas importantes de protocolo de las Fuerzas Armadas

Protocolodigital recoge en “Enlaces a las principales normas protocolarias de las Fuerzas Armadas”, como ya dice el título, un listado básico sobre los reglamentos y leyes online más importantes de protocolo del ejército español.

viernes, febrero 10, 2006

Preparación de un acto

Los denominados actos en protocolo, ya sean públicos o privados, deben prepararse con suficiente antelación, pues el éxito o fracaso de los mismos repercute directamente sobre el propio anfitrión. Los públicos entrañan mayor laboriosidad, mientras que en los privados, el buen resultado de los mismos descansa, en un porcentaje alto, en la forma de actuar del organizador o anfitrión.
Establezcamos la mecánica a seguir en la preparación de los actos por parte de un anfitrión o de un responsable de Protocolo. Posteriormente, sobre ella trazaremos un caso práctico. En términos generales, seguiremos el siguiente esquema:

- Filosofía u objetivos. Debemos determinar con precisión cuál es la finalidad que se persigue, los principales intereses del anfitrión, el público al que se dirige, etc.
- Calendario. Determinación de la fecha y hora más adecuada, según el tipo de acto, para los invitados y los medios de comunicación, si se deseara la proyección del evento en los mismos.
- Contenido. Elaboración del programa de acuerdo a la filosofía del acto, el número de invitados y las condiciones del lugar.
- Presupuesto. Estimación del gasto previsto y autorización.
- Invitados. Determinación de las instituciones o personas que se considere conveniente que asistan al mismo.
- Diseño. Elaboración del material gráfico necesario (invitaciones, trípticos, carteles, menús, tarjetas...).
- Elección del local. Espacio físico donde celebrar las principales actividades previstas.
- Ornamentación. Preparación y puesta a punto de los lugares donde tendrá lugar el acto.
- Medios materiales. Disposición o adquisición de los medios necesarios para la ejecución del programa. Aquí se incluye también todo lo relativo al transporte, aparcamiento, itinerarios y lo relativo a la Policía de Tráfico.
- Confirmaciones. Elaboración de la lista definitiva de invitados que han anunciado su presencia.
- Protocolo. Determinación de la presidencia y ordenamiento de invitados; recibimiento a los mismos; parlamento, etc.
- Personal auxiliar. Distribución de las distintas funciones asignadas al personal de Protocolo encargado de la organización y atención de invitados,
- Seguridad. Establecimiento de las medidas necesarias para salvaguardar el correcto desarrollo de los actos y la integridad de los asistentes. Concesión de acreditaciones a personas que deben estar presentes pero que no han sido invitadas (al menos de forma personal).
- Ensayo. Una vez cerrado todo, el anfitrión con el personal de Protocolo estudiará in situ el desarrollo previsto.
- Prensa. Preparación de la documentación necesaria para los medios de comunicación y su atención tanto previa como durante el acto.
- Notas de protocolo. Remisión de la información protocolaria correspondiente a los principales protagonistas del acto, preferentemente a los invitados de honor, autoridades y anfitriones.
- Ejecución. Desarrollo del acto.


Fuente, 2004, p.217.
Bibliografía


jueves, febrero 09, 2006

Guía de Protocolo para Profesionales y Proveedores

El próximo martes 21 de febrero se presentará en el salón de actos de la sede central del BBVA de Madrid la ‘Guía de Protocolo para Profesionales y Proveedores’.

Esta guía se trata de la primera publicación de estas características que se edita en todo el mundo y que nace con una clara vocación de servicio, de ser de máxima utilidad para quienes tienen que enfrentarse cotidianamente a la organización de todo tipo de actos.
Está editada por Ediciones Protocolo, que ha querido sacarla precisamente en esta fecha para sumarse, de esta manera, al décimo aniversario que celebra su principal publicación periódica: la Revista Internacional de Protocolo.

“Los profesionales de este sector necesitaban una guía en la que poder encontrar –en un solo documento– los nombres propios de sus colegas, de los responsables de esta disciplina en los diferentes departamentos de instituciones públicas y privadas, con sus direcciones postales y electrónicas, por un lado, y a los proveedores que tanto necesitan quienes organizan actos, por otro”. Dice el director general de Ediciones Protocolo.

Esta guía recopila más de 2.000 registros con los nombres y direcciones de profesionales de protocolo. Todos estos datos fueron recopilados durante todo el año pasado mediante formularios, correos electrónicos y teléfono, pero por fin el trabajo ha finalizado y vamos a poder tenerla en nuestras manos.
Aparecer en esta Guía es absolutamente gratuito, a excepción de las inserciones con formato de anuncio publicitario.
Los criterios de ubicación de las distintas instituciones y personas no responden a criterios de técnicas protocolarias sino a los básicos que se imponen en cualquier guía del mundo: el orden alfabético.
La Guía tendrá una periodicidad anual publicándose en el mes de enero.

miércoles, febrero 08, 2006

Aiko puede perder el trono en favor de un futuro primo

La esposa del príncipe Akishino, la princesa Kiko, está de nuevo embarazada, lo que ha provocado gran revuelo en Japón ya que puede afectar a la reforma de la Ley de Sucesión que quiere permitir que las mujeres puedan ocupar el Trono del Crisantemo, como antes de la segunda guerra mundial.



El anuncio del segundo hijo del emperador Akihito, Akishino, ha puesto en jaque los planes del Gobierno para reformar la ley de sucesión ya que la princesa Kiko dará a luz en septiembre, cuando Koizumi, el presidente del gobierno nipón dejará su cargo.
Bajo la actual Ley de Sucesión, promulgada en 1947, pueden heredar el Trono del Crisantemo sólo los varones descendientes directos del emperador. De esa forma, si Kiko, de 39 años, da a luz un hijo varón, éste será tercero en la línea de sucesión al trono, tras el príncipe heredero, Naruhito, y su hermano menor y padre de ese niño, Akishino, posibilidad que podría influir en el plan en marcha de reforma de la Ley de Sucesión al trono para permitir a las mujeres reinar.
El príncipe heredero Naruhito, de 45 años, y su esposa, la princesa Masako, de 42 años, tienen una única hija, Aiko, de 4 años, que aspiraría al trono en caso de efectuarse esa reforma, aunque el nacimiento de un niño en la familia imperial podría cancelar los planes de enmienda.
Koizumi ha insistido en que hará todo lo posible para sacar la reforma adelante en los próximos meses, antes del fin de la primavera y de la actual sesión ordinaria del Parlamento. Para Koizumi, la pronta promulgación de la nueva ley permitiría que Aiko fuera educada para ser emperatriz de Japón, la primera que encabezaría la casa imperial desde el siglo XVIII, algo que cuenta con el apoyo del 70% de los japoneses, según las encuestas.
En cambio los expertos indican que, con la perspectiva de un nuevo nacimiento en la Casa Imperial, la reforma de la ley sálica podría retrasarse hasta ver cuál es el resultado del embarazo.
La princesa Kiko y el príncipe Akishino se casaron en 1990 y son padres ya de dos niñas, Mako y Kako, de 14 y 11 años, respectivamente. Esta fertilidad de Kiko ha levantado una polvareda de rumores, conocidas las dificultades y presiones de Masako para engendrar un hijo varón.
Tertulias en Internet y corrillos periodísticos subrayan la "oportunidad" del embarazo de Kiko, más de una década después del nacimiento de su hija menor y justo cuando se discute la posibilidad de cambiar la Ley de Sucesión y cuando mucha gente veía ya a la pequeña Aiko como futura emperatriz.

Actualización 10/2/06: Koizumi retira su plan para cambiar la Ley de Sucesión eliminando las posibilidades de Aiko como heredera

Princesa Aiko, posible Reina del Imperio del Japón
Protocolo en una boda real en Japón. La princesa Sayako se casa con un plebeyo


martes, febrero 07, 2006

Reglamento de Protocolo del Ayuntamiento de Paterna

El Ayuntamiento de Paterna tiene su Reglamento de Protocolo desde el 2001.
En la exposición de motivos dice lo siguiente:
"La instauración de la Democracia que supuso la promulgación de la vigente Constitución en 1978, produce una reordenación de las Administraciones y de las Autoridades que las gobiernan, y al mismo tiempo, dado el carácter democrático de la representación que ostentan, refuerza la necesidad pública de su reconocimiento así como de la imagen que ofrecen en su actuar y de la dignidad y decoro con que deberán conducirse, tanto como del respeto que debe rodearles, hacen necesario que se actualice y no se ignoren aquellas normas de Protocolo esenciales para lograr y mantener este estatus descrito y a todos los distintos niveles de las Autoridades de las diversas Administraciones Públicas. Constituyendo esas normas de Protocolo un elemento básico de convivencia ciudadana así como de respeto y consideración mútuos, tanto entre los ciudadanos y sus representantes (autoridades) como entre las distintas Autoridades de las distintas Administraciones del Estado Español.

El marco legal para la configuración de Protocolo de las Entidades Locales viene delimitado, tanto por la Constitución Española y el R.D. 2099/83 de 4 de Agosto por el que se aprueba el "Ordenamiento General de Precedencias en el Estado" y el Decreto 235/99, de 23 de Diciembre del Gobierno Valenciano sobre el Régimen de Precedencias en el ámbito de la Copmunidad Valenciana, como por la Ley 7/85 Reguladora de las Bases de Régimen Local, el R.D.L. 781/86 del Texto Refundido en materias de Régimen Local, y la existencia de la Comunidad Autónoma Valenciana y su correspondiente Estatuto de Autonomía. Existiendo además en el caso de las Entidades Locales una capacidad normativa específica dentro de la cual cabe la reglamentación de las actividades a que nos venimos refiriendo.

En el caso concreto del Ayuntamiento de Paterna, Villa que día a día ve desarrollarse sus actividades sociales, públicas y políticas, y aumentar sus relaciones institucionales por encima del mero marco de la localidad, resulta necesario el abordar la regulación de esas materias de convivencia y relación que son las reglas o normas del Protocolo. Siendo conveniente y oportuno, además, integrar en ellas las ya existentes sobre materias concretas relacionadas con esos asuntos cuales son las relativas a la celebración de los Matrimonios Civiles, y el vigente Reglamento de Honores y Distinciones."

Lo que no logro comprender es la localización del reglamento en la web de la policía local. ¿Tiene alguna lógica?

Actualización 12.04.06: Nuevo enlace para acceder al reglamento de manera más sencilla


Protocolo del Ayuntamiento de Pamplona


lunes, febrero 06, 2006

Nueva web de la Asociación Española de Protocolo

La Asociación Española de Protocolo está de reestreno web. Gracias a Alfredo Rodríguez (que también ha cambiado el diseño de su blog), se ha renovado la página de la asociación que, desde hacía mucho tiempo, necesitaba más atención.
De momento el diseño es nuevo pero los contenidos no han variado mucho. No obstante Alfredo pide la colaboración de todos nosotros para opinar sobre la página y aportar sugerencias para mejorarla.
"Me gustaría recibir vuestras ideas, consejos, sugerencias, Comentarios, noticias? en fin, os necesito. No importa que seáis o no de la asociación (cuantos más seamos, más fuerza tendremos, así que si no lo eres, anímate; por una pequeña cuota puedes hacer mucho por ti y por los demás); lo verdaderamente importante es que participes, Que sientas la página como algo tuyo."

Desde aquí animo a la gente a que colabore y agradezco mi inclusión en la sección Enlaces de la página de la Asociación.

viernes, febrero 03, 2006

Relaciones Públicas, la eficacia de la influencia de Octavio Rojas

Esta semana por fin pude leer un libro que salió hace meses a las librerías, pero que estaba en lista de espera como muchísimos más. Mi tardanza se debe a la cantidad de libros que leo. La lectura es algo apasionante y necesario en mi vida haciendo que las listas que poseo dejen en ridículo a las de pjorge y las de otros. La temática comunicación es fundamental por mi profesión, pero antes de este libro tan comentado en la blogosfera, había otros, sobre todo de teorías.

El libro en cuestión es Relaciones Públicas: la eficacia de la influencia, de Octavio Rojas. Un libro que se presentó en septiembre y todavía anda de roadshow. En la página web del autor se pueden encontrar resúmenes de cada capítulo.
Como ya se indica en la introducción, este no es un libro para iniciados. Desea ser un texto de consulta para aquellos que aspiran a incorporarse al dinámico mundo de las relaciones públicas. Para los profesionales, les permitirá conocer las últimas tendencias en RRPP.
Por ello considero que el libro está bien desde el punto de vista divulgativo. Sigue un índice muy claro y habla algo sobre la evaluación de resultados.

Destacaría varias cosas positivas que no suelen verse en los libros de RRPP:
Empleo de terminología española (patrocinio, mecenazgo, cabildeo, emplazamiento de productos, …)
Presencia de internet y nuevas tecnologías en las citas, ejemplos y enlaces.
Anexos prácticos y sencillos.

Pero lo más negativo del libro sería la mención de protocolo, sólo en dos ocasiones, y sin ninguna importancia.
Una vez más las RRPP ignoran al protocolo y al ceremonial, y olvidan los actos centrándose sólo en "eventos".


Para cualquier consulta visitar el blog del autor.
En un futuro comentaremos el libro Blogs.

Bibliografía

miércoles, febrero 01, 2006

Filosofía y objetivos de un acto

Lo primero que el anfitrión debe preguntarse es la filosofía y los objetivos del acto.
¿Qué queremos celebrar? ¿Qué pretendemos con ello? ¿A quién nos dirigimos? ¿Qué beneficio obtendremos?
Difícilmente podemos organizar algo bien sin saber a ciencia cierta lo que se pretende.

Cuestiones básicas:

- La motivación. Un acto obedece a algo. Puede ser la celebración de uc hecho nuevo, la consecución de un logro, la conmemoración de algo, el deseo de amistad, el reencuentro, la boda, unas elecciones...
- Los objetivos. ¿Qué pretende el anfitrión organizando el acto con aque motivo? Dar a conocer un servicio nuevo, un producto o una actuación de gobierno, un acercamiento, captación de votos, vender, comprar...
- Proyección. ¿A quiénes nos queremos dirigir? A cualquiera, a pocos, muchos, a todos, a sectores determinados, empresarios, vecinos, jóvenes viejos... ¿Deseamos que tenga proyección en toda la sociedad a través de los medios de comunicación? ¿Nos dirigimos a una zona concreta o a oír más amplia?
- Ceremonial. ¿Cómo desea el anfitrión que se haga el acto? ¿Con solemnidad, sencillo, con rigor protocolario, con atenciones, con facilidades?
- El refrendo. ¿Qué instituciones o personas necesita el anfitrión para que con su presencia se vean potenciados o relanzados sus objetivos?

Éstas y otras preguntas son las que debe hacerse el anfitrión y comunicárselo a su responsable de Protocolo o de Organización para preparar los correspondientes actos. En el momento en que estas cuestiones se resuelvan el resto será más sencillo.

Fuente, 2004, p.218.
Bibliografía