lunes, agosto 25, 2008

Artículos de Redes Sociales en Telos


El número 75 de la Revista Telos está dedicado a la investigación en Comunicación Política: tendencias actuales, retos y problemas
.
Las redes sociales son el tema más importante del que se habla este año. Si antes el blog era el protagonista, ahora son las redes sociales. Pero no sólo se usan en el ámbito social sino que muchas empresas, especialmente norteamericanas, comienzan a emplear redes sociales de empresa o a crear sistemas específicos para sus organizaciones.

A continuación exponemos la totalidad de artículos referidos a la temática central del número, además de un análisis, resaltando algunas ideas de ciertos textos:

+ Fernando Sáez Vacas, En el país digital de las “maravillas”. Necesitamos desarrollar una sociología de la infociudad
Uno de los aspectos relevantes de la infociudad es que los procesos y actividades que se realizan en ella son acelerados drásticamente con la ayuda de la tecnología. La tecnología densifica el tiempo (Rosnay, 1996), lo que hace que las actividades en la ciudad y en la infociudad, que coexisten, aunque cambiando rápidamente su proporción relativa, se realizan en burbujas temporales diferentes. Como yo mismo escribí (Sáez Vacas, 2004), esa propiedad que nos confiere la prótesis tecnológica para densificar el tiempo de las formas sociales –de la economía, por ejemplo– potencia las acciones a realizar con la vista puesta en un horizonte temporal próximo. Es decir, el tiempo denso característico de la tecnología produce acciones en tiempo corto, lo que en términos humanos suele traducirse en superficialidad e irreflexión.
[…] La existencia de un inconmensurable acervo de conocimientos tecnológicamente accesibles facilita que cada uno de nosotros ponga en marcha procesos de aprendizaje aportando un esfuerzo de nuestros circuitos cognitivos individuales, que es el camino indispensable por el que llegaríamos a construir una sociedad del conocimiento. Sin embargo, como han señalado varios autores, incluido el firmante (Fumero et al., 2007), en buena medida nos dirigimos hacia la superfluidad, superficialidad y simplicidad.
+ Antonio Fumero y José Miguel García Hervás, Redes Sociales. Contextualización de un fenómeno “dos-punto-cero”
Se constata una consolidación de los servicios genéricos para la gestión on line de redes sociales (OSN) que nos lleva a la búsqueda de valor añadido, bien en la especialización, ya sea mediante la verticalización de los servicios o con la segmentación más fina (aunque sea horizontal) del público objetivo. También buscando el valor en la conexión con el mundo off line o explotando en la medida de lo posible la característica localidad de los servicios ganadores: mientras que en EEUU más del 90 por ciento del tráfico se reparte entre Facebook y Myspace, en Europa, con un mercado más fraccionado, Tuenti le gana la partida a Facebook en España, dirigiéndose principalmente a un público joven, de entre 18 y 24 años.
+ Romina Cachia, Los sitios de creación de redes. Aspectos sociales
Aunque las redes sociales son un fenómeno que ha existido desde los comienzos de las sociedades, los sitios de redes sociales son una tendencia reciente. En menos de cinco años, estos sitios han pasado de ser una actividad en red especializada a convertirse en un fenómeno en el que participan decenas de millones de usuarios de Internet. El debate sobre la aparición de un nuevo fenómeno social se ha extendido tanto a la industria como a los círculos académicos.
+ Genís Roca, Soluciones para nuevas realidades. Modelos de negocio en las redes sociales
En mi opinión, donde hay una oportunidad de negocio para las redes sociales es en los usos corporativos y de intranet para empresas. Si los ciudadanos están desarrollando maneras y actitudes para colaborar y compartir conocimiento, es lógico pensar que las empresas esperan lograr lo mismo entre sus empleados. Para ellas será doblemente importante, ya que por un lado afrontan el tema de la gestión del conocimiento y por otro la capacidad de atraer y retener talento.
[…] las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) ya no son una ventaja competitiva. Sencillamente, si no las tienes no serás eficaz y desaparecerás; pero tenerlas no te hace mejor, sencillamente te permite continuar compitiendo. Ahora las empresas también saben que deben aprender a gestionar el conocimiento que fluye entre sus empleados (y en los mercados) y que las actuales dinámicas 2.0 que se producen en la Red son la llave para lo que hoy quizá todavía puede ser ventaja competitiva, pero que en breve será indispensable para subsistir.
[…] Y en este contexto las redes sociales llevan camino de convertirse en algo parecido al correo electrónico o los foros: una funcionalidad (el relacional entre usuarios que aportan contenidos y desarrollan actividad) que por sí sola no justifica un modelo de ingresos, sino que debe encajarse en una idea de negocio más amplia y compleja.
+ José M. Cerezo, Hacia un nuevo paradigma. La era de la información fragmentada
Parece evidente que para afrontar la nueva realidad fragmentada, los alumnos están más preparados que sus formadores y progenitores, con el consiguiente cambio de la influencia y control de los educadores sobre los alumnos. Las barreras y límites generacionales se desdibujan, primando las habilidades digitales frente a la edad para pertenecer al mundo de los nativos o al de los inmigrantes. La mayoría de los bloggers más influyentes y con más seguidores, un inmenso número de usuarios de Twitter y una gran cantidad de emprendedores son inmigrantes que han sabido interpretar y adaptarse con incuestionable éxito
[…] Prensky considera que mientras para los padres y educadores "el conocimiento es el poder", para los nativos digitales "compartir el conocimiento" se convierte en el nuevo referente para entender el poder de influencia y prescripción: “dar para recibir más a cambio”. En este escenario, la información fragmentada se consolidad como moneda de cambio.
[…] La capacidad viral y el poder de prescripción serán los grandes valores diferenciales de las redes frente al resto de medios
[…] Para Sunstein, Internet es un medio efectivo para preservar y promover la democracia, pero al mismo tiempo puede ser una herramienta para dinamitarlo; en sus propias palabras, «un sistema en el que los individuos pueden diseñar su propio universo de comunicaciones amenaza con debilitar este beneficioso proceso, no sólo por el riesgo que supone la difusión de falsa información a través de las cibercascadas, sino también porque la situación de fragmentación impide que la información verdadera se extienda tanto como debería».
[…] Armand Mattelart afirma que «con cada generación técnica se reaviva el discurso salvítico sobre la promesa de concordia universal, democracia centralizada, justicia social y prosperidad general. Cada vez, también, se comprobará la amnesia respecto de la tecnología anterior»
+ Fernando Santamaría González, Posibilidades pedagógicas. Redes sociales y comunidades educativas
La pedagogía de los espacios se debe planificar en estas entidades-plataforma desde unas competencias adecuadas para el uso de las redes sociales con respecto a su utilización, a la creación de la identidad digital, a la buena gestión y compartición de los datos. Por eso también creemos que hay otros entornos que son más adecuados a nivel educativo, como pueden ser los entornos de aprendizaje en red y las comunidades de aprendizaje en su versión virtual.
+ Andy Ramos Gil de la Haza, Redes sociales y propiedad intelectual. Dos mundos obligados a entenderse
Hemos pasado de una sociedad en la que los ciudadanos éramos simples observadores de obras del intelecto humano, a una era en la que el papel del usuario será clave en la creación, intercambio y explotación de contenidos creados por él o por un tercero. Estamos viviendo la transformación de un usuario pasivo a otro creador y explotador de contenidos.
Como en otras fases del desarrollo industrial, esta transformación está trayendo no pocas cuestiones jurídicas y económicas; no es sencillo transformar una industria y unas leyes asentadas en reglas estáticas y aún menos poner de acuerdo a cientos de personas sobre cómo deberán ser las normas que rijan las relaciones virtuales del futuro. El acceso al conocimiento y al entretenimiento es en la actualidad más sencillo y barato que nunca, con apenas un terminal informático y una conexión a Internet se puede acceder a prácticamente cualquier obra creada por el hombre, aunque en la mayoría de los casos estos accesos se producen sin contar con la correspondiente autorización de los titulares de derechos y, lo que considero aún más perjudicial, sin que éste reciba una retribución justa y equitativa.
[…] Visto el panorama, la red social ideal es aquella que se base en el respeto en tres ámbitos; respeto a la legislación vigente, respeto a los legítimos derechos de terceros, y respeto a los derechos de los usuarios del servicio. Hasta el momento, y dado el estado inicial de todo este tipo de redes, sus responsables se han mostrando reticentes a suprimir contenidos de terceros, estableciendo extensísimas condiciones de uso injustas y en parte abusivas con un lenguaje incomprensible para la mayoría de sus usuarios.
Entiendo que no es ni injusto ni complicado crear un escenario de respeto en el que sólo se exija a los usuarios los derechos que sean necesarios para la explotación del servicio, en el que estos puedan subir igualmente la música, vídeos o fotografías que deseen, con la única limitación de que quien se beneficia de estos contenidos, esto es, los responsables de la red social, compartan sus ingresos con quienes han creado dicho contenido. Y todo ello sin olvidar a los menores de edad, inocentes usuarios de estas redes que revelan información tan personal como sus gustos, lugares de ocio, colegio en el que estudian, o amigos, lo cual podría ser utilizado de forma negativa por cualquier usuario.
+ Julen Iturbe-Ormaetxe, Redes sociales e innovación abierta. Apuntes críticos
Las empresas se organizan sobre la base de ahorros en los costes de transacción. Desde los trabajos de Coase (1937) hace ya muchos años, esta explicación es una poderosa forma de entender que en las empresas prima el “interior” frente al “exterior”, por mucha “orientación al cliente” que afirmen tener. Fuera se lleva a cabo lo que no es nuclear para el negocio. Gary Hamel y C.K.Prahalad convirtieron esta idea en un best seller espectacular (1994). Lo fundamental está dentro de la organización y lo accesorio está allá fuera.
Ahora parece que quizá debamos desaprender: fuera puede encontrarse oro. Más allá de los límites de la organización hay un conocimiento que sobrepasa con enorme holgura lo que sabemos en nuestras empresas. Reconocer la ignorancia es el primer paso. Al menos reconocer con humildad socrática que es probable que nuestras grandes oportunidades en innovación naveguen por mares alejados de nuestras rutas comerciales. Y las redes sociales al uso, las que se han popularizado en Internet, no parece que aporten demasiado a la apertura de nuevas rutas.
+ Sonia Fernández, Redes sociales. Fenómeno pasajero o reflejo del nuevo internauta
Las redes sociales están aquí para quedarse porque han trascendido al software específico de red social que les da su nombre, es decir el que permite relacionar a los miembros de una red social, convirtiéndose en auténticas plataformas de comunicación. Y con quién quiero hablar. Sencillamente con las personas que conozco y con las que ellos conocen y con las personas que comparten mis intereses. Estas personas están en las redes sociales de hoy y porque el ser humano es social por naturaleza, es allí donde satisface su necesidad de comunicación. En estos últimos años, los internautas han descubierto la utilidad última de Internet, el ofrecer la posibilidad de comunicarme con otros y formar auténticas comunidades con personas a las que sólo Internet me da la posibilidad de conocer. Así de sencillo y así de potente.
+ José Luis Molinuevo, Nuevos tiempos en la estética de las nuevas tecnologías. La eterna juventud
Ha aparecido un tiempo nuevo, el de las “nuevas” tecnologías, que antes no existía en el cómputo de lo humano, y es el de lo obsoleto. Lo obsoleto es la tecnología que aún funciona pero está fuera de uso, de modo que, aun existiendo, ya no es para nosotros. La estética de las nuevas tecnologías no tolera imágenes obsoletas: lo ya sido no puede volver a ser. Y lo que hace obsoleta estéticamente a una tecnología es su imagen. De ahí pasa a la idea, que suele perdurar más, con resultados a menudo patéticos.
[…] Las nuevas tecnologías tienen, a diferencia de los otros instrumentos tecnológicos, que ser siempre nuevas, porque no pueden ser ni viejas, ni antiguas. Las nuevas tecnologías son el mito de la eterna juventud. Y esto es algo hoy muy valioso. Mientras que en todo lo demás (lo ético, lo político) se ha discutido el progreso, aquí no: cada tecnología es “mejor” que las anteriores, decimos que las “mejora”. La novedad es un valor seguro que enseguida hace viejo lo anterior.
[…] Los programas duran mucho menos que los soportes. No es viejo en sentido orgánico, simplemente ha caído en desuso digital. Tampoco es antiguo y puede tener su prestigio museable. A través de ese nuevo tiempo, las nuevas tecnologías van mudando de piel en una continua metamorfosis que es, creo, la mejor metáfora para ellas: la de la vida múltiple y sin fin.
Y sin embargo, culturalmente no se cambia tan rápido de piel. De hecho, seguimos formando en una cultura de espectadores, aunque se habla continuamente de una cultura participativa. En las redes sociales las encuestas observan todavía un predominio de la actitud del espectador sobre la de la participación.
+ Luis García de la Fuente, Comunicación vs. Publicidad: la batalla definitiva
Preguntarse por la “publicidad en redes sociales” en realidad encierra una trampa. El motivo es que las redes sociales desarrollan al máximo la capacidad de Internet como canal de comunicación y relaciones públicas. En este sentido, las redes sociales pueden convertirse en una potente máquina de comunicación para el mundo corporativo.
[…] un creciente número de empresas tomará conciencia de Internet como arma de comunicación. Estas organizaciones procurarán construir sus propios canales de comunicación y en muchas ocasiones utilizarán las redes sociales.
En esta tendencia, jugarán un papel clave las plataformas de redes “marca blanca”, que permitan crear comunidades en torno a personajes o nuevos productos, para su análisis y desarrollo. Iniciativas como Ning, pero con una orientación sectorial, pueden ser la clave si las empresas toman la iniciativa.
[…] Pero van a ser necesarias muchas más grandes innovaciones e ideas para hacer negocio con las redes sociales. La oportunidad está ahí, en realidad está casi todo por hacer.
+ Tíscar Lara, La nueva esfera pública. Los medios de comunicación como redes sociales
En plena crisis de la objetividad como principio, los medios han de arrimarse a los ciudadanos, conocer sus demandas, vertebrar espacios colaborativos para la articulación de iniciativas sociales y dinamizar las comunidades desde un periodismo social más comprometido. Todo esto pasa por construir redes sociales de confianza con sus públicos desde un modelo de participación abierta y de debate democrático en la esfera pública digital.
+ Leonarda García Jiménez, Mercedes Carmona Martínez, El “cuarto mundo” digital en España. Análisis de las desigualdades tecnológicas entre Comunidades Autónomas.
Es innegable que la revolución de las TIC está provocando un cambio radical respecto a la manera en que la sociedad se organiza en todos y cada uno de sus ámbitos (la economía, el trabajo, la educación, la medicina, los medios de comunicación, las relaciones sociales…). Sin embargo, en una revisión crítica del concepto de Sociedad de la Información, suponer que todos los ciudadanos tienen la capacidad de acceder a la información de una manera casi ilimitada es un supuesto, cuando menos, arriesgado. En este sentido, algunos autores (Mattelart, 2002; Pérez Tapias, 2003) han denunciado la aparición de una ideología de la comunicación que únicamente pone de relieve los beneficios que supone el uso de las nuevas tecnologías y oculta los riesgos que entraña la adopción del desarrollo tecnológico (desde la vulnerabilidad de los sistemas, la pérdida de la privacidad, el ritmo vertiginoso de crecimiento con los consiguientes excluidos o marginados... hasta los riesgos de un bloqueo a gran escala de toda una sociedad sistemáticamente organizada en torno a una tecnología potente, pero vulnerable). El hecho mismo de que en la pretendida SI la información no se genere, transmita, ni distribuya adecuadamente, sino que, por el contrario, todo ello se haga de manera muy desigual es lo que provoca un cierto desorden en el sistema. En este sentido, si por ejemplo, atendemos al número de dominios en el mundo, se pone de manifiesto que EEUU cuenta con la mitad del total, seguido por Alemania (con un 8,6 por ciento), Reino Unido (8,5 por ciento), Canadá (3,6), Corea del Sur (2.5) y Francia (2,1). El resto de países del mundo están todos por debajo del 2 por ciento.
Para Castells (2001), el modelo sociotécnico basado en Internet conecta en red a aquellas zonas, individuos y/o actividades que generan valor y deja fuera las que no aportan riqueza al sistema. Así, debido al dinamismo y la competitividad de la nueva economía, las formas de producción y los agentes económicos que no son altamente productivos y generadores de riqueza quedan desestructurados y finalmente desfasados.
Es importante señalar que la cuestión no está sólo en desarrollarse tecnológicamente, sino que para que una región o actividad sea competitiva debe crecer al ritmo vertiginoso que marca la dinámica de Internet, de tal forma que si un segmento concreto prospera por debajo de los estándares establecidos, el resultado final será igualmente el subdesarrollo, pues «la economía y el sistema de información basados en Internet y que funcionan a velocidad Internet, han enmarcado las vías de desarrollo en un ámbito muy limitado» (Castells, 2001, p. 298).
Además, la educación, la información, la ciencia y la tecnología (incluyendo las infraestructuras) constituyen las fuentes fundamentales de creación de valor en la economía basada en Internet (Castells, 2001), recursos que están distribuidos de manera desigual”.
[…] Para Castells (2001, pp. 297-298), la brecha digital fundamental no se mide en el número de conexiones a Internet, sino en las consecuencias que comportan tanto la conexión como la falta de conexión, porque Internet no sólo es una tecnología: es el instrumento tecnológico y la forma organizativa que distribuye el poder de la información, la generación de conocimiento y la capacidad de conectarse en red a cualquier ámbito de la actividad humana. En otras palabras, estamos hablando de la línea divisoria existente entre aquellos individuos, empresas, instituciones, regiones y sociedades que poseen las condiciones materiales y culturales para operar en el mundo digital y los que no pueden, o no quieren, adaptarse a la velocidad del cambio.
[…] De todas formas y a pesar de las iniciativas para paliar la brecha digital, Castells asegura que «si las cosas siguen como hasta ahora, es muy posible que la divisoria digital siga ampliándose hasta que acabe por sumir al mundo en una serie de crisis multidimensionales» (Castells, 2001, p. 299).
[…] El informe Entendiendo la Brecha Digital ( 6) realizado por la OCDE (2000) indica que la brecha está definida por varios indicadores generales (accesos a las telecomunicaciones, accesos a Internet, coste de acceso, legislación sobre TIC, ordenadores por escuelas, ordenadores por hogares, conexiones urbanas y rurales, alternativas de conectividad, accesos a televisión por cable, etc.) relacionados con la medición de las infraestructuras de la SI.

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Colaboración 2.0
Autoridades y blogs
Tres redes sociales de empresa: IBM, Best Buy y Deloitte

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